Experiencia de psicodrama aplicado a un grupo de personas con estructura psicótica.
Por Víctor Manuel Ortín Martínez y Jonatan Lucas Camacho
Este artículo no tiene la intención de ser un una exposición teórica sobre la psicosis, sino que lo que pretendemos volcar en él, son la experiencia y reflexiones subjetivas que nos han ido surgiendo de la lectura de las experiencias previas y de la utilización del dispositivo psicodramático freudiano en el trabajo grupal con personas de estructura psicótica. [read more]
Por Manuel Moreno
“El psicodrama es el instrumento privilegiado, para diagnosticar el puesto que tiene un sujeto, en su relación con la ley, y de la manera que tiene de vivirla en su propia familia”. Esto nos dice Paul Lemoine, en su artículo La Regla y la ley, en Cuadernos de Psicodrama, sobre el V congreso de la SEPT dedicado a “La ley”, Madrid 1986.
Pero, ¿a que ley se refiere Paul Lemoine?, ¿Porque adquiere significación saber que puesto tiene el sujeto con relación a la ley y el modo que tiene de vivirla en su propia familia y en otros espacios grupales? ¿de que ley hablamos en psicodrama?
Sabemos que el proceso de un sujeto en Psicodrama está determinado por el lugar vital del que procede, es decir por las coordenadas significantes que han construido su existencia. A medida que la representación de este contexto vital toma cuerpo en las escenas del psicodrama, vamos viendo como los significantes se repiten, aunque adopten otros ropajes, se desplazan, se hacen metáfora. El entramado significante que se nos muestra en forma de escena repetida en psicodrama, no es otro que el proceso Edípico. Proceso en el que entramos “sin ley” y salimos, en el mejor de los casos, “sujetos en los que se ha inscrito una ley”.
Al decir de Lacan la ley del Otro, “es el deseo del Otro que hace la ley para el sujeto: que condiciona o subordina su vida”. Pero no es lo mismo que el sujeto quede atrapado en una ley arbitraria a que quede investido por una ley que le permita ser Sujeto del deseo propio.
Sabemos que el niño, ser de necesidad, se encuentra enteramente sometido a la “ley de la madre”, la gran traductora del idioma que ha de aprender para encontrar una respuesta a su demanda. La ley de la madre es incontrolada. Esta toda entera en el sujeto que la soporta, a saber en el bien o mal querer de la madre. Es una ley que depende de quien la detenta, es por esto que la ley de la madre es arbitraria.
Para Lacan, si la cosa funciona bien, en el sentido de si se avanza dentro de ese gran procesador que es el Edipo, es en la medida en que la madre, ante la demanda del niño, le transmite algo que le permite reconocer que hay otra instancia, algo así como cuando la madre le dice al niño:”aquí tiene que opinar alguien más, esto lo vamos a hablar con tu padre”, “cuando venga tu padre hablaremos”… Si no se produce este “reenvío” a la instancia superior, al padre, el niño no puede pasar al otro nivel de la ley, la ley que rige para todos, la que tiene un valor universal y no depende de un Otro en cuya ley arbitraria queda atrapado.
Por Magdala Hernandez Moñino
Introducción:
La indagación sobre la autoría de la percepción a través del perspectivismo es el lugar donde situamos nuestro marco teórico, planteando: ¿Es la percepción una función de pulsiones inconscientes o por el contrario es una estimulación controlada por el entorno? ¿Desde dónde transmitiría el artista bajo el perspectivismo?
Atendiendo al tema que nos suscita : “La ley en Psicodrama” y entendiendo que esta herramienta y la Arteterapia , Trabajan desde la creatividad y ambas Tienen una base
Psicoanálitica ,me atrevo a confeccionar una Teoría
conjunta ,aunque me centre en un caso trabajado desde la Arteterapia .
La ley siempre nos conlleva a los limites y a su contrapunto , a las posibilidad es que estos mismos limites nos abren .
Desde este plantamiento es que esbozo la hipótesis de que se pueda cambiar el imaginario de un sujeto a través de una terapia, entendiendo que la posibilidad de controlar y dirigir la percepción mediante el imaginario y la creación de un nuevo orden simbólico ayudaría a la mejora de enfermedades mentales.
Para la argumentación de este trabajo se utilizaran teorías filosóficas como el “Perspectivismo” (Nietzsche), distintos autores que han trabajado la percepción, (Jonathan Crary, Erwin Panosfky, David Freedberg, teoría psicoanalítica y un caso clínico de Arteterapia
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Pacientes mayores con principio de Alzheimer: un límite para el psicodrama.
Por Catherine Gaudard
Traducción: E. Cortés
La enfermedad de Alzheimer es la más corriente de las enfermedades neurovegetativas. Esta enfermedad se caracteriza por la pérdida progresiva de las funciones cognitivas, alteración de memoria, de la ideación, de la compresión, del lenguaje, del cálculo, de las capacidades de razonamiento y del juicio, dando lugar a una pérdida de autonomía progresiva en la vida cotidiana con trastornos de comportamiento y de adaptación que conducen a un estado demencial. Se suele nombrar como la enfermedad del vínculo, en tanto que ella ataca los lazos internos y externos del sujeto, perturbando las relaciones con la familia. [read more]
Sabemos que la transferencia es la tendencia inconsciente a reeditar, en los vínculos del presente, ciertas modalidades de relación originadas en la infancia con los objetos primarios. A causa de ésta propensión, los deseos inconscientes se hacen presentes en todos los lazos sociales que el sujeto va estableciendo en los diversos momentos de su vida. Ese traspaso de afectos que no pudieron resolverse/descargarse entonces, empujan de forma inconsciente por actualizarse en los vínculos y escenarios que se dan con las figuras de la actualidad, aunque siempre con un tinte fallido. [read more]
O de cómo la escucha cambia el sentido.
Por Carlos García
Decimos más de lo que decimos, y de ese decir, no somos dueños.
El inconsciente, se cuela constantemente en el lenguaje sorprendiéndonos, como si fuese un otro el que nos dice. Las palabras están cargadas por sentidos que nos son desconocidos, sentidos que a menudo se rebelan y nos sorprenden cuando podemos escuchar de otra manera.
De esto precisamente hablaré hoy, de esa otra escucha que permite abrir el discurso más allá del sentido conocido, y permite el acceso a los contenidos inconscientes que gobiernan en secreto nuestro devenir. Es eso lo que caracteriza la escucha analítica, tan importante en la práctica del psicodrama freudiano.
Por Elisa Buendía.
Dedicamos esta ocasión a un tema fundamental y profundo en psicoanálisis, el fantasma. Enrique Cortés aborda esta cuestión desde la óptica lacaniana del “Grafo del deseo”.
¿Qué es el fantasma? Sintetizando un concepto tan abstracto, podríamos decir que es la puesta en escena del deseo del Otro y los significantes primordiales.
Centrándonos en el Grafo del deseo de Lacan, vemos que partimos desde la fase del Espejo, y eso implica las identificaciones con el Otro. El grafo no describe tiempos cronológicos. [read more]
Por Paqui Alcaraz
Uno no puede perder aquello que no cree poseer, para liberarse de algo o de alguien, hay que sentirse atado previamente, aunque sea a nivel afectivo. En el “dolor” (tristeza, aflicción), hay siempre otra cara, la cara del placer, del goce, la indiferencia si se convierte en una situación mantenida. El significante duelo, proviene del latín “doleré”, tener dolorno garantiza “hacer el duelo”. Para “hacer el duelo”, hay que arriesgarse a perder el dolor. [read more]
Por Enrique Cortés
Una persona sana, decía Freud, es aquella capaz de amar; de ahí que podemos deducir que el desamor enferma o lo que es lo mismo que enfermamos por causa del desamor.
En el último grupo de psicodrama, un participante decía: “lo innato en mi es ayudar a los demás”; a lo que le respondí que lo innato es esperar que los demás nos ayuden, nos amen, nos protejan y que a veces para ello, berreamos, gritamos, pataleamos… y también a veces desistimos, nos acorazamos, nos enrabietamos y ya de esa manera, con la coraza del desamor, nos empeñamos en trazar nuestro camino, un camino que siempre será a la contra.
También en esa misma sesión, otra participante nos hablaba del amor que había recibido por su padre y como en un momento dado dejó de tenerlo, “luché por él, por recuperarlo… pero ahora ya me da igual”; no se haría de esperar la respuesta de otra participante: “andamos a contra corriente”; a nadie le da igual perder o sentir que pierde el amor del padre.
En una ocasión me preguntaron qué era para mí el psicodrama; “recuperar mi capacidad de amar”, me salió del alma, pero todavía hoy lo pienso.
Gracias al psicodrama y sobre todo a los otros, a los auxiliares que me ayudan en mis escenas, a esos yos auxiliares a los cuales me identifico gracias a las suyas propias, he aprendido que aquellas escenas originarias quedaron impresas en mí, como tatuaje en la piel, en tanto que escenas en las que yo ocupaba un papel, un lugar donde agarrarme y que mi orfandad viene precisamente de no saber, en el presente, que lugar ocupo en mi nuevo escenario.
Gracias al psicodrama y sobre todo a los otros, compañeros de escenario, he podido sentir en mis carnes, que es donde se sienten las cosas, como me aferraba a ese pasado inconcluso, al dolor del cual no quería saber; yo también me escuche decir: “a mí ya me da igual…”
Gracias al psicodrama y a mis otros yos que me acompañaban y me acompañan, me pude despedir, construir nuevos escenarios con buenas agarraderas, donde yo tenía y tengo espacio y lugar. Pero para ello tuve que recuperar lo que hubo y que yo desechaba, aceptar que mi papá en un momento dado cambio, ahora sé que yo también, pero que ese cambio no podía anular parte de mi historia con él.
Me descubrí sonriéndole…
Fue así:
Creo recordar que era en mi segundo o tercer año de formación en psicodrama, le decía a la psicodramatista y a mis compañeros que estaba dolido y enfadado con mi padre; que a mi hermana siempre la había tratado mejor, que conmigo se había comportado muy exigente. Recordé una escena en la que él se enfada conmigo e incluso llega a golpearme.
En ese momento, la psicodramatista se levanta y me dice; “Enrique, vamos a jugar esa escena”.
En un principio la escena transcurrió tal y como yo la había contado, fue luego, en un segundo momento, cuando se me dice que haga un cambio de rol y yo ocupe el lugar de mi padre. Al golpear al que hacía de mi, siento un nudo, un “algo” que no me deja seguir hablando… estallé en llanto, abracé a mi hijo y le pedí perdón; le hablé de mi impotencia, de mis inseguridades, sentí a mi padre como nunca antes lo había sentido; humano, cercano y entonces me escuché desde el yo auxiliar, decir lo que hasta entonces me negaba: “yo también te quiero, aunque me has hecho daño”.
Alguien dijo, que el psicodrama te posibilita reescribir tu propia historia, que encajar las piezas en el puzle de otra manera te da otro dibujo y sobre todo te da la posibilidad de dejar de negar-te.
El psicodrama es una de las herramientas más poderosas y curativas que conozco y os invito a que la conozcáis, que paséis, las puertas están abiertas, y que os dispongáis a jugar.
Por primera vez, después de diez años, vamos a iniciar una formación en Alicante, será en septiembre. Antes y para ir entrando en «acción», vamos a realizar un taller de aproximación al psicodrama, el sábado 18 de Mayo. Cualquier información la encontrarás en nuestra web www.auladepsicodrama.com o en aulapsicodrama@gmail.com
Resumen: 1/2/2019
Por Victor Ortin
Frente al discurso capitalista, frente a ese gran Otro(sociedad) que mediante sus palabras y mensajes va construyendo una imagen de completud , frente a ese gran Otro que nos vende que nada es imposible, que todo es posible ¿ Cómo se puede operar desde el psicodrama?¿Cuál será esa otra dimensión, de la que nos habla Marie- Noelle Gaudé, y que el psicodrama puede posibilitar ante la saturación de imágenes que capturan nuestro imaginario?
El discurso capitalista, imperante en la actualidad, no quiere saber nada de la castración, nos dice que el objeto a sí es alcanzable, que se puede tener todo. Se puede tener una gran casa, un gran coche, unos maravillosos viajes, dinero al instante sólo dando un click en tu smartphone y medicación para todo. Ese gran Otro sustituye los ideales y valores por objetos de consumo, usando las cosas materiales para saciar el deseo. [read more]