
Elina Matoso[1]
RESUMEN: El cuerpo receptor de emociones y caja de resonancia del placer y displacer. El M.F.C. amplía la forma de mirarme y mirar a los otros. Cuerpo como fantasma producido por lo imaginario y significado por el lenguaje. A partir de una introducción que relaciona los conceptos elementales del M.F.C., llego a un recorrido por la estructura interna del taller: caldeamiento, expresión gráfica del mapa corporal, representación en tamaño natural, corporización y sharing.
Para poder ser yo he de ser otros.
Salir de mí, buscarme entre los otros.
Los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia.
Octavio Paz
El cuerpo es receptor de todas las emociones y caja de resonancia del placer y del displacer. El cuerpo es el instrumento en psicodrama. Sus acordes, escenas que se representan en el escenario. Instrumento ejecutado por el protagonista que nunca está sólo sino acompañado por todos los personajes que lo habitan. Cuerpo y palabra integrados, pensamiento y emoción anudados. El psicodrama es acción, expresión de sentimientos a través del cuerpo.
Desde mi experiencia el trabajo con el mapa corporal, marca un antes y un después en el trabajo psicodramático, en relación con uno mismo y los personajes que lo habitan.
Jacob Moreno, padre del psicodrama, sostiene como punto de partida el vínculo con el otro, en un encuentro donde ambos interactúan, emiten y receptan estímulos y producen cambios en esa acción inter e intra subjetiva desde el nacimiento. Para Moreno, el rol aparece antes que el YO. A través de sus roles, en principio psicosomáticos, luego familiares y sociales, el sujeto estructura su YO. Los primeros conforman la “matriz de identidad”, átomo cultural originario.
De las actitudes básicas que se adquieren con la matriz de identidad, ya sean positivas o conflictivas, dependerán las características de los roles que represente el sujeto en su matriz familiar y en su matriz social.
Conectarse con el propio cuerpo a través del mapa corporal, recorrerlo internamente, sus límites y fronteras, sus zonas placenteras y displacenteras, permite ubicar a los “otros” que lo habitan, aquellos que forman parte de nuestro mundo interno. Así se descubren las huellas que han dejado gravadas en alguna zona y los fragmentos de nuestra historia que se revelan y se ocultan.
Objetivo del taller:
- Ampliar la forma de mirarme y mirar a los otros. La postura corporal, la forma de pararse, de sentarse, de moverse, de respirar, los gestos, las expresiones, la liberación de la voz , la teoría de los centros energéticos, las corazas corporales…
- Poner mi cuerpo como protagonista en escenas vividas, a ser auxiliada por mis compañeros y poder auxiliarlos en sus escenas.
¿Qué es EL CUERPO para el psicoanálisis?
El cuerpo es un fantasma producido por lo imaginario y significado por el lenguaje.
¿Qué se entiende por fantasma?
“Escenificación imaginaria en la que se haya presente el sujeto y que representa (…) la realización de un deseo inconsciente. El fantasma como escenificación pone en escena lo deseado. El deseo se articula en el fantasma. Las representaciones inconscientes se hallan dispuestas en forma de fantasmas, como verdaderas escenificaciones de deseos.”
¿Qué es una escena?
“El lugar de la espacialización de lo fantasmático del cuerpo”
¿Por qué el cuerpo es producido por lo imaginario?
“El cuerpo (…) es algo que se construye (…) el cuerpo no es primario, no se nace con un cuerpo (…) para hacer un cuerpo hace falta un organismo vivo más una imagen (…)”.
El niño entre los 6 y 18 meses, “todavía en estado de impotencia e incoordinación motriz, anticipa imaginariamente la aprehensión y dominio de su unidad corporal. Esta unificación imaginaria se produce por identificación con la imagen del semejante como forma total. La fase del espejo constituiría la matriz y el esbozo de lo que será el yo. El niño percibe, en la imagen del semejante o en su propia imagen especular, una forma en la cual anticipa una unidad corporal que objetivamente le falta. Esta experiencia primordial se encuentra en la base del carácter imaginario del yo (…)”
“La falta de una imagen que nos proteja puede llevarnos a caer en la enfermedad. A veces se busca desesperadamente una para impedir la caída”.
¿Por qué el cuerpo es significado por el lenguaje?
“Como sujetos del significante estamos separados del cuerpo, podemos prescindir de él. El sujeto es alguien del cual se habla antes que pueda incluso hablar, el sujeto efectivamente está en la palabra antes de tener un cuerpo, sencillamente antes de nacer y permanece allí aún después de no tener un cuerpo, es decir, después de la muerte. La duración del sujeto al estar sostenido por el significante excede pues a la temporalidad del cuerpo”. El significante preexiste al sujeto y lo subsiste después de la muerte. Nuestro cuerpo es siempre lenguaje sobre el cuerpo.
Definición de M F C
“Denominamos Mapa Fantasmático Corporal a la representación que cada uno hace de su cuerpo teniendo como referencia una superficie territorial real o imaginaria.”
“Es un modo particular de representación y reconstrucción del esquema y la imagen corporal, en el cual quedan realzados la significación y la carga fantasmática ubicadas en las distintas partes del cuerpo”. “Es un modo de reconstrucción de los jeroglíficos inscriptos en la imagen del cuerpo”. “Los mapas son recortes de escenas sucesivas, de historias vividas“. “Permite hacer consciente lo inconsciente corporal.”“El mapa plasma la potencialidad del inconsciente” “Da relevancia a la fantasmática ubicada en las diferentes partes del cuerpo, ayuda a liberar la verbalización de los afectos y la expresión de los conflictos y tensiones, hace presente la imagen predominante de un sujeto y promueve su conexión con otras imágenes (metabolismo de la imagen).
En el M F C, el cuerpo como un territorio, es relacionado, con la imagen y el esquema corporal. El esquema corporal se refiere a la estructura biológica del cuerpo, a aquello común a la especie.
“La imagen corporal es la síntesis viva de nuestras experiencias emocionales, interhumanas, vividas a través de las sensaciones erógenas arcaicas o actuales. Es en cada momento memoria inconsciente de toda la vivencia relacional… Se camufla o actualiza en relación al aquí y ahora, mediante cualquier expresión fundada en el lenguaje, dibujo, modelado, invención musical, plástica, como mímica y gestual (…) Es la encarnación simbólica inconsciente del sujeto deseante”.
Nos preparamos para partir en este recorrido interno
1.- Caldeamiento inespecífico.
Se trata de disminuir los estados de tensión, centralizar y facilitar la atención. La mirada y la música sostenes y acompañantes.
- Contacto y expresión corporal de emociones. Es una manera de ponerse en contacto consigo mismo y con lo que le está pasando en un momento determinado a través de reconocer cómo está su cuerpo. Implica reconocer cómo se expresan las emociones a través del cuerpo. Para esto se usa el caminar libremente, caminar forzando ritmos, velocidades, formas, detenerse y observar el cuerpo. También técnicas de relajación activa y juegos de representar emociones a través del cuerpo, permitiendo que una determinada emoción se “apodere” del cuerpo y se exprese a través de él, esto puede incluir voz. Otra forma utilizada fue la representación grupal de emociones y el paso entre una emoción y su opuesta, para esto se puede utilizar tanto la escultura fija como el movimiento.
- Técnicas corporales: movimiento, contacto, expresión corporal. En esto incluimos todos aquellos juegos tendientes a movilizar el cuerpo (por ejemplo, el cuerpo eléctrico, que se va cargando de electricidad que lo hace moverse, cuerpos que se encuentran y se topan y se alejan; cuerpos que se saludan, etc.). También como forma de expresión (representación de personajes o emociones; presentación del nombre con movimiento y voz, etc.)
2.- Caldeamiento específico.
Cada participante es protagonista de su propio mapa corporal, se conecta con su propio cuerpo como territorio escénico.
El director utiliza la técnica de ensueño dirigido, con un ritmo y tono apropiados, invita a los participantes a registrar el recorrido del aire por el interior de su cuerpo. Propone la elección de un color para el aire que contornea y tiñe las zonas placenteras y otro color para el aire que recorre las zonas displacenteras, conformando así el mapa corporal.
3.- Expresión gráfica del mapa corporal. En un clima intimista cada integrante dibuja lo visualizado. Se les provee hoja oficio y colores para tal fin. Considero éste un momento de transición entre la atención centralizada en uno mismo y el reencuentro con los que comparten el trabajo. Momento de gran creatividad donde sobran las palabras.
“Denominamos mapa fantasmático corporal a esta representación que cada uno hace de su cuerpo, teniendo como referencia una superficie territorial, real o imaginaria… transitan en recuerdos, sensaciones que adquieren dimensión, forma, color en la representación del mapa.”[2]
4.- Representación del mapa en tamaño natural: Cada participante se acuesta sobre papel de tamaño real que su contorno corporal pueda ser representado en tamaño natural con ayuda de un auxiliar.
Una vez marcado con trazo grueso el contorno o límite entre el adentro y el afuera del propio cuerpo, se reproducen los colores plasmados en la hoja pequeña, aquellos que representan placer y displacer. Luego el director consigna que cada integrante ubique a las personas significativas que pueblan el mapa.
Zonas queridas o rechazadas, agradables o dolorosas, personas o personajes, opuestos que toman forma propia según la fantasmática de cada sujeto.
El director acompaña, propone a una distancia operativa, consignando…
“…personas que son o han sido importantes en algún momento… puede haber personas que estén ubicadas en más de un lugar… algunas pueden estar en zonas de placer y displacer…”
Es notable la diferencia con que cada integrante representa su propio territorio. Colores tenues, fuertes, mezclados, bien definidos, nombres pequeños o muy grandes, algunos escriben fuera del territorio corporal.
Aparecen emociones, el mapa representa una apoyatura, un punto de partida. Las posibilidades de trabajo que brinda relacionar el cuerpo y el territorio son múltiples y variadas.
El sujeto está poblado de personas que lo acompañan desde su matriz familiar y/o social. Ubicarlos en un lugar del cuerpo permite registrar aspectos que nunca se han tenido en cuenta.
5.- Corporización.
En un clima de intimidad y respeto el director propone al grupo corporizar un mapa, se ofrece un protagonista y se establece con él un contrato. Se delimita el escenario y el grupo pasa a ser auditorio. El protagonista se ubica de pie, frente a su mapa, acompañado por el director, elige de todos los nombres que habitan su mapa. Aquellos que desea hacer presentes en este momento. Los integrantes del grupo pasan a ser Yo-auxiliares si aceptan corporizar a la persona que el protagonista le propone. Puede que un auxiliar corporice más de una persona por proximidad de espacio o tipo de relación vincular.
Se utiliza la técnica de Cambio de rol para marcar el yo-auxiliar la posición exacta que debe tomar y el contacto que se establece desde el imaginario del protagonista. Se vuelve a cambiar el rol para verificar si se ha comprendido lo que el protagonista necesita. Así sucesivamente y mediante un trabajo artesanal se va ubicando cada persona en la escena.
La corporización permite registrar el tipo de vínculo que se establece entre el sujeto, sus personajes internos y las zonas de su cuerpo.
Una protagonista llega con dolor de cabeza y mareos. Al corporizar su mapa ubica a sus hijos y esposo cerca del pecho, siente un ardor en la garganta y se intensifica el dolor de cabeza. Ubica a la madre en las rodillas (lugar donde desea que se quede) pero después se da cuenta que ésta recorría todo su cuerpo hasta la cabeza con movimientos ondulantes, ejerciendo presión sobre la cabeza, el pecho y la boca del estómago. Su sensación es de acoso. Mediante la corporización pudo reconocer este acoso, enfrentar a su madre y tras un intenso trabajo, ubicarla en otro lugar. Finalmente se despidió de cada uno de los personajes internos diciéndole aquello que deseaba.
La protagonista pudo liberarse de las sensaciones físicas displacenteras con las que había llegado al correr a su madre del lugar en que se encontraba obstaculizando su respiración y sus otros vínculos.
6.- Tercer momento en psicodrama o sharing.
Momento de intercambio verbal donde el grupo expresa lo vivenciado desde el rol y desde sus resonancias.
“El público en psicodrama, no es meramente un lugar en el dispositivo. El otro, co-actor, yo-auxiliar, es un elemento básico. Es a partir del sujeto unido al primer Otro, la madre, la cual “presta” su condición de sujeto deseante, de “carretel”, de objeto transaccional para que el infante vaya construyéndose en el juego de roles, que va perfilando la función de auxiliar.”[3]
La vuelta al grupo devuelve al protagonista las resonancias que surgieron en los otros a partir de la situación representada.
La escena resuena en cada integrante por haber vivido experiencias similares, no sólo el protagonista es el que puede tomar conciencia de sus obstáculos y encontrar la forma de modificar conductas ante determinadas situaciones.
La escena posibilita un nuevo nacimiento, un co-nacimiento en todos y en cada uno.
“…encontrar la punta del ovillo…, ¿qué me pasa a mí con los vínculos?…, otra mirada…, radares sensibilizados…, modificación de lo cotidiano…, el personaje está vivo en el mundo interno aunque en la realidad esté muerto.”[4]
[1] Psicodramatista
[2] Elina Matoso. “El cuerpo, territorio escénico”. Edit. Paidós 1992
[3] Carolina Pavlovsky. “La letra de Moreno”. Art.
[4] Algunos comentarios del grupo en ese sharing.