Por Reme Padilla. Psicodramatista.
La regla (fundamental) de Abstinencia en Psicodrama Freudiano.
“…Ceder a los reclamos de la transferencia, cumplir los deseos del paciente de una satisfacción tierna y sensual, no sólo es prohibido por legítimas consideraciones morales, sino que resulta por completo insuficiente como medio técnico para el logro del propósito analítico…” Freud.
¿Qué puede ocurrir en un grupo de psicodrama freudiano si el animador pierde el lugar de la escucha analítica? Una de las consecuencias inmediatas es que el animador no quede fuera del registro imaginario y se dedique a satisfacer la demanda (de amor) del participante del grupo, en ese lugar, el animador se ofrece como un yo que forma parte de la serie de objetos especulares que, en tanto portadores de satisfacción sustitutiva, obturan la falta y el discurso se detiene.
Estamos hablando de la cuestión técnica, en concreto: de la regla de abstinencia y el principio de neutralidad en psicoanálisis, en psicodrama freudiano, y … sobre todo el riesgo de no tenerlas en cuenta en el transcurso de una representación.
La regla de abstinencia es el fundamento de la cura psicoanalítica, es decir: denegar las satisfacciones sustitutivas propicia la pregunta por el deseo, precipitando la aparición del sujeto.
Decía Freud: “…la técnica analítica impone al médico el mandamiento de denegar a la paciente menesterosa de amor la satisfacción apetecida. La cura tiene que ser realizada en la abstinencia…hay que dejar subsistir en el enfermo necesidad y añoranza como unas fuerzas pulsionantes del trabajo y la alteración, y guardarse de apaciguarlas mediante subrogados…”.
La regla de abstinencia, por un lado, al exponer al sujeto a cierto padecer objetivo mediante frustración en el campo de la transferencia, actualiza conflictos que pueden ser abordados en el dispositivo analítico; y por otro la denegación de la satisfacción pulsional permite alcanzar el «propósito analítico».
En este sentido, imponer la frustración a la satisfacción es la estrategia fundamental de la técnica analítica, la regla de abstinencia es una indicación técnica para el analista y es únicamente responsabilidad suya.
Por consiguiente, lo mismo ocurre en un grupo de psicodrama freudiano:
- Matilde: “Estoy preocupada por mi hija, creo que no es feliz”.
- Animador: “Estar preocupado por un hijo es un trabajo toda la vida” (asintiendo con la cabeza).
¿Qué ha ocurrido aquí? En realidad, varias cosas: la primera que el animador ha taponado el discurso del sujeto (dándole la razón e incluso asintiendo con la cabeza y el cuerpo); la segunda es que con esta intervención ha impedido la aparición de nuevas cadenas significantes; la tercera señala en la dirección de que el animador ha “comprendido de más”, y se ha mostrado, ahora la participante “sabe de él”, y con ello ha puesto de manifiesto la necesidad de tener en cuenta otra indicación técnica que también señaló Freud: “…El médico no debe ser transparente para el analizado, sino, como la luna de un espejo, mostrar sólo lo que le es mostrado...”.
Esto es el principio de neutralidad; en el decir de Freud: “…El análisis respeta la especificidad del paciente, no procura remodelarlo según sus ideales personales –los del médico–, y se alegra cuando puede ahorrarse consejos y despertar en cambio la iniciativa del analizado…”.
Si seguimos con nuestro ejemplo, el paciente ahora sabe que lo el analista “espera de una buena madre”, cosa que puede ser interpretada como un consejo, cosa por otra parte que también va a tener su reflejo necesariamente en la transferencia, pero sobre todo lo que pone de manifiesto es la dimensión ética de nuestro trabajo.
En palabras de Mercedes B. de Moresco: “El terapeuta jamás debe ofrecerse como modelo de identificación. Esto implica la renuncia al lugar del “hacedor” para pasar a ocupar el lugar de “deshecho. Nuestra tarea no siempre es interpretar, es interrogar, traducir, desanudar, pasar de lo imaginario no simbolizado a la dimensión simbólica”. En la escena psicodramática el analista, más que interpretar, interroga; pone en suspenso la demanda, descentraliza al sujeto. No se ofrece como polo de identificación, sino como polo de transferencia, aunque su función sea la de favorecer las transferencias laterales.
Como vemos, en la intervención, el analista / animador debe huir de la pedagogía y adherirse al principio de neutralidad como indicación técnica; y será la atención flotante la que va a favorecer que el animador tenga esta posición de neutralidad: la atención flotante es la regla técnica a la que procura atenerse el psicoanalista al no privilegiar, en su escucha, ninguno de los elementos particulares del discurso del analizante.
La atención flotante es la contrapartida de la asociación libre propuesta al paciente y supone, como dice Pacho O’Donnell, “una escucha desprevenida y desprejuiciada de todo intento interpretativo”. La escucha analítica no atiende al contenido manifiesto del discurso del sujeto, puntúa aquello que aparece como una manifestación del inconsciente.
A modo de conclusión y para finalizar, decir que la posición de neutralidad se funda básicamente en que el analista se sustraiga como sujeto para dar lugar así a su función.
Que la posición de neutralidad implica abstenerse de la ambición terapéutica y la ambición pedagógica; y que implica también, no responder a la demanda de amor o a cualquier otro tipo de demanda del paciente, o a la propuesta, siempre presente, del paciente (y la propia tentación) de concretar un pacto narcisista que condenaría la relación analítica al registro de lo imaginario.
BIBLIOGRAFÍA:
- Cortés, E.: “Apuntes de psicodrama (freudiano)”(2004), ECU.Alicante. O’Donnell, P. et coll.: “El análisis freudiano de grupo” (1984). Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires.
- Salomone, G. J.: “El principio de neutralidad y la regla de abstinencia. La perspectiva freudiana”. La psicología en ámbito jurídico. Reflexiones ético clínicas a través de un estudio cualitativo de casos”. Facultad de psicología. Buenos Aires.
- Freud, S.: “Trabajos sobre técnica psicoanalítica”(1911-1915).Obras Completas, Amorrortu ed,. Buenos Aires. Freud, S.: “Conferencias de introducción al psicoanálisis”. Obras Completas, Amorrortu ed,. Buenos Aires.