
El Edipo en vivo y en directo
Carmen Ripoll Spiteri[1]
Resumen: Me remito con este título a cómo el discurso grupal hace eco en el hacer clínico que venimos realizando un sábado al mes en la formación de psicodrama.
X comenzó la sesión diciendo: “me enrollé con un hombre porque era un putero. Yo si no soy la mujer, soy la puta. Me quedo en relaciones que no tienen futuro, en las que no me van a querer, y ahí me quedo, sabiendo que no soy la titular, jugando en tercera división”, (en relación a otras mujeres).
M, otra participante, recogió el enunciado para comentar cómo ella también se sentía de tercera división, y cómo sentía que no se dejaba libre su deseo y siempre estaba dispuesta para el otro. Ante las preguntas del animador, a M. le viene una escena de intimidad con su marido. La escena transitaba en la cama, ambos estaban hablando sobre un viaje a un lugar donde él había estado viviendo muchos años atrás con su primera mujer. Su marido insistía una y otra vez que lo acompañara allí, pero M sentía que su marido se lo pedía solamente porque ahora vivía con ella, cuando en eran momentos de rescatar algo del pasado donde estuvo con la otra.
El animador la invitó a hacer la escena. En la elección del auxiliar tuvo en cuenta a Y por la potencia y la fuerza para hacer el papel de su marido. Cuando la escena se jugó y M escuchó las palabras de su marido: “tú estás ahora en mi vida, y el viaje lo quiero vivir contigo”, se dio cuenta: “es de verdad”. En palabras de ella, fueron segundos eternos en los que la emoción la embargó y se dejó llevar al encuentro consigo y con el otro. En esos instantes el escenario fue de dos y no de tres. Por un instante desapareció esa otra imaginaria con la que luchaba diariamente: la rival, aquella a la que le otorgaba un poder imaginario y en relación a la cual se situaba en calidad de perdedora, para obtener al hombre. M hablaba de un sitio de pérdida de identidad y contacto íntimo consigo misma.
Se le devolvió: “Ves como no es tan difícil”.
Enseguida volvió a la lucha de siempre, con “me lo tengo que pensar”.
Compulsión a la repetición. La dificultad para mantenerse en primera división. Entrar y salir del Edipo, avanzando, dando dos pasos para adelante y uno para atrás.
[1] Psicóloga del Servicio Murciano de Salud. Psicodramatista. Miembro del Aula de Psicodrama.